
La iniciación como criador
En este artículo, trataremos la iniciación como criador de Agapornis.
Por definición, cualquier poseedor de un Agapornis, puede ser llamado “criador”, ya que estamos alimentando y dando una serie de cuidados al ave, por lo que, mejor hablaremos de la iniciación como reproductor de Agapornis.
Por regla general, y por la innata impaciencia humana, tendemos a pisar en falso en varios momentos, que nos llevan a tener un absurdo gasto de tiempo y dinero.
Espero que este artículo sirva para ahorrarnos todo eso, aunque, por desgracia, la gente no se informa antes de adquirir una mascota, sino después de haberlo hecho.
1º - El Ave
Por falta de información, casi siempre adquirimos nuestras primeras aves en tiendas de mascotas, en las que se nos ofrece una “atención especializada” falsa, a precios desorbitados. Conozco varias tiendas en Madrid, en las que el precio medio por Agaporni ronda los 60€, y en el que los Fischeri están denominados como Personatus y viceversa, cosa que sería el “mal menor”, ya que la mayoría de los pájaros están hibridados, siendo puramente estériles.
No conforme con eso, los pájaros por regla general no están anillados, con lo que no sabemos la edad de los mismos, adquiriendo pájaros demasiado jóvenes para la cría, o en contraposición, pájaros demasiado viejos.
Para terminar, las tiendas de mascotas, no tienen sexados los pájaros, por lo que, lo que muchas veces venden como “parejas formadas”, son dos machos, o dos hembras (no hace falta decir, que con esa combinación, es imposible criar nuestras propias aves), apoyándose en las teorías de “carácter”, “tamaños” y “huesos pélvicos”, sin saber ni ellos mismos, que las especies que están vendiendo (por regla general, Roseicollis, Fischeris y Personatus), no presentan dimorfismo sexual.
Dicho todo esto, solo me queda recomendar encarecidamente, si aun no habéis adquirido vuestra primera pareja, que lo hagáis directamente de un criador. Hay muchos criadores en España, que os venderán pájaros anillados y sexados por ADN (único método de sexaje fiable), y bien alimentados.
Los pájaros por norma, serán más baratos, ya que un criador suele serlo por afición, y sin ánimo de lucro (no hay ningún criador de Agapornis millonario), y sin duda, querrá que sus aves estén bien cuidadas, con lo que no tendrán problema en resolver vuestras dudas o daros vuestras primeras directrices.
2º - La especie
Hoy en día, gracias a la herramienta de trabajo más extendida en cualquier hogar (Internet), hay facilidad para ver miles de imágenes relativas a cualquier tema.
Pensar que, a la hora de adquirir más de un ejemplar, lo conveniente es que sea de la misma especie, para evitar la hibridación. Decidir visualmente, cuál de ellas es más agradable a vuestra vista, antes de comprar aves a lo loco. Las tres o cuatro especies más frecuentes, requieren un trato prácticamente idéntico. No hay ninguna mejor o peor, más fácil o más difícil de mantener y criar.
3º - La línea
Quizá, en una fase avanzada de cría, lo que más “divierte” o “emociona” a un criador, es el juego con las mutaciones y la pureza de las mismas. Por recomendación general en la iniciación, una vez elegida la especie, pensar que línea de la misma os gusta (verdes, azules, albinos, arlequines, etc.), e intentar centraros en ella.
Cuando comencéis a manejar un poco de genética (podéis adquirir buenos conocimientos leyendo en foros o libros), será más fácil entender este aspecto. La satisfacción personal de un criador, radica en conseguir buenos ejemplares de líneas concretas.
4º - El alojamiento
Por norma, en las mencionadas tiendas de mascotas, tienden a vendernos jaulas “muy bonitas”, poco espaciosas, más altas que anchas, muy caras, y bastante perjudiciales para los Agapornis. Por supuesto, si no son adecuadas para la estancia normal de nuestras aves, mucho menos lo son para criar.
Los Agapornis no son aves de altos vuelos, pero necesitan ejercitar sus alas. La falta de este ejercicio, puede provocar problemas importantes de salud. Un ave sin la salud adecuada, no podrá criar bien.
Lo establecido como “cría adecuada”, se produce en jaulas o módulos de cría, con una sola pareja en ellos. De esta manera, podemos controlar las líneas que combinamos, y no tendremos problemas de territorialidad. La medida mínima de estas jaulas será de 60x35x35 (ancho, alto y fondo), aunque es recomendable darles algo más de espacio (100x40x40), para facilitar así la salida de los polluelos.
Aún así, hay gente que prefiere la cría en colonia. Si se hace con Agapornis de la misma especie, el único inconveniente será que no podremos controlar los emparejamientos. Si decidís criar en voladeras con más de una pareja, simplemente aseguraos de que hay más nidos que parejas (para evitar el problema de territorialidad anteriormente mencionado).
Las jaulas de cría, en cualquier almacén de venta de útiles de animales, o de venta por internet, no debe superar los 45€ (refiriéndome a la de metro), y si optamos por las de 60cm, no deberá superar los 25€. Sabiendo estos datos, os invito a acercaros a cualquier tienda de mascotas de vuestra ciudad, y ver los desorbitados precios que tienen “las jaulas malas”.
5º - Nidos y accesorios
Tan importante como la medida de la jaula, es la medida del nido. Para el tamaño que tiene el Agapornis, utiliza nidos bastante grandes. No debemos escatimar en espacio. Del espacio del nido dependerá la buena incubación y alimentación de los huevos y polluelos respectivamente. En nidos demasiado pequeños, tendremos el problema del pisado de huevos por parte de la madre con casi total seguridad.
La jaula, ha de estar acondicionada en todos los aspectos. Proporcionaremos abundante comida, en más de un comedero a ser posible para evitar despistes, al igual que los bebederos. No os debe importar que la jaula durante la época de cría no sea tan “visualmente agradable” como en otras temporadas. Primará ante todo el confort, y la satisfacción de las necesidades de los padres. Por este motivo, recomiendo tener bebederos de sobra, comederos de sobra y bañeras.
Espero que este artículo haya sido de ayuda, tanto a los que acabáis de empezar, como a los que lleváis algún tiempo en el mundo de la cría.
¡Todos los días se aprende algo nuevo!
Un saludo
Eduardo Díaz Marcos